Representación fiscal
¿Por qué un representante fiscal?
¿Desarrolla operaciones en el territorio español a pesar de no contar con un establecimiento permanente? ¿Desea contratar a un empleado en España para buscar nuevos clientes en estos países? ¿Almacena mercancías en un subcontratista?
Las administraciones fiscales locales nos obligan a identificarle mediante un número de identificación fiscal (NIE en España).
Así pues, usted está sujeto a determinadas obligaciones de declaración como, por ejemplo, las retenciones en la fuente de su empleado o las declaraciones intracomunitarias.
¿Qué es un representante fiscal?
El representante actúa bajo la responsabilidad exclusiva del contribuyente poderdante, quien continúa siendo el único responsable del impuesto. Así, en caso de falta de cumplimiento o cumplimiento parcial de las gestiones declarativas y de liquidación encargadas al representante, el contribuyente comunitario poderdante es responsable de tales omisiones, del mismo modo que es responsable en caso de falta de devolución por el representante de impuestos indebidos.
El contribuyente comunitario que recurre a un representante fiscal debe hacer llegar el poder original a la entidad tributaria competente con anterioridad al primer trámite administrativo. Dicho poder debe ser exclusivo, estar firmado por una persona facultada para vincular a la empresa y contar con la aceptación del representante.
SORECO puede ser representante fiscal, pues, en este caso, es el cliente el que continúa siendo responsable del impuesto; el profesional no es más que un intermediario.